Examen de
mamas
Anatomía de la
glándula mamaria:
La
glándula mamaria es un órgano destinado a la producción de la leche. Contiene
de 15 a 20 lóbulos, ordenados radialmente, cada lóbulo está compuesto por
lobulillos y durante la lactancia cada lobulillo termina en aproximadamente 100
pequeños bulbos llamados acinos o alvéolos glandulares donde la leche es
producida. El número de lobulillos varía enormemente entre mujeres y aun en la
misma mujer en diferentes épocas. Los espacios entre los lóbulos son llenados
por tejido graso y fibroso.
Los
acinos, lobulillos y lóbulos están conectados por una red de conductos
galactóforos y de cada lóbulo sale finalmente un conducto lactífero en
dirección del pezón, al llegar a éste se ensancha como una pequeña bolsa el
seno galactífero, el cual se comunica al exterior en el pezón a través de
orificios puntiformes por donde se excreta la leche. El pezón está rodeado por
un círculo de piel oscura compuesta en la subdermis por músculo liso circular
que causa la erección del pezón ante algunos estímulos como el frío y el tacto.
La glándula mamaria está cubierta por una fascia superficial que se encuentra
entre la piel y el tejido mamario y una fascia profunda que separa la mama de
los músculos pectorales y la pared torácica. La mama se extiende desde el borde
del esternón a la línea axilar anterior y de la primera a la séptima costilla
hay una prolongación de la mama hacia la axila que se llama cola de la mama.
Los
dos músculos situados por debajo de la mama son los pectorales mayor y menor.
La mama se mantiene en su posición por el ligamento suspensorio de Cooper, que
es una fascia fibrosa que discurre entre la piel hasta la aponeurosis del
pectoral mayor transversalmente proporcionando un armazón fibroso que sostiene
a los lóbulos mamarios.
Es
importante conocer la irrigación e inervación de la mama y sobre todo su
estructura y drenaje linfático que es fundamentalmente hacia la axila por sus
implicaciones quirúrgicas.
Aunque
una variedad de procesos puede sugerir cáncer de mama por presentarse como
nódulos, inflamación o descarga de flujo por el pezón, pocos de estos
desórdenes corresponden a tumores malignos; cerca del 80% de las biopsias de
mama se informan como lesiones benignas.
Debido
a que el diagnóstico a menudo es clínicamente difícil, una biopsia puede ser
necesaria para distinguir una enfermedad benigna de un Cáncer de Mama, y
algunas mujeres en el curso de su vida requieren de varias biopsias por tener
nódulos recurrentes.
Los
cambios tisulares de la mama son muy comunes, la 1/2 de las mujeres en edad
reproductiva tienen nódulos mamarios palpables y las mamas de cerca del 90% de
todas las mujeres estudiadas muestran tejido, microscópicamente, con
características de enfermedad fibroquística.
Es
importante hacer el diagnóstico de enfermedad benigna de la mama
apropiadamente, sobre todo cuando hay indicadores de riesgo de cáncer de mama
en la paciente y en la cual se tiene que realizar una biopsia.
Examen físico de las mamas:
El
examen físico de mamas se realiza después del de cabeza y cuello. Un buen
examen de las mamas no debe demorar menos de 10 minutos de tiempo y requiere
del establecimiento de una rutina uniforme y sistemática que incluye la
observación de las mamas, la palpación de ellas, así como de las regiones
axilares y supraclaviculares, en busca de adenopatías. No debe realizarse el
examen antes del periodo menstrual, porque la ingurgitación glandular podría
inducir a una falsa interpretación; el mejor momento para el examen en la mujer
premenopáusica es una semana después de terminado su ciclo menstrual.
Inspección: debe hacerse en un ambiente bien
iluminado, primero de frente con la paciente sentada para observar la forma y
el tamaño de las mamas, la superficie cutánea, la circulación venosa, la
presencia de eritema, edema o piel de naranja y de costras o ulceraciones. Es
necesaria la inspección del pezón y la areola, y se debe intentar provocar la
secreción a través del pezón. También debemos observar las asimetrías sobre
todo si estas se atenúan cuando la paciente levanta los brazos o cuando, con
las manos en las caderas, se efectúa contracción de los músculos
pectorales.
Antes
de efectuar el examen clínico con la paciente
acostada, debe pedírsele que extienda los brazos o que los coloque sobre
el respaldo e una silla y que incline el torso hacia delante. Con esta maniobra
puede también ponerse en evidencia un
pequeño hoyuelo de depresión o marcarse mas todavía el observado con la
paciente sentada.
Palpación: debe ser realizada en ambas
posiciones: sentada y decúbito dorsal. Con la paciente echada y con las manos
debajo de la cabeza se procede a la palpación cuidadosa del tejido mamario, con
la yema de los dedos y con pequeños movimientos circulares de cuadrante en
cuadrante para llegar finalmente al pezón, hay que poner especial cuidado en
los cuadrantes superoexternos, por ser estos los sitios en los que con mayor
frecuencia se localizan las tumoraciones, también debe presionarse suavemente
el pezón, buscando alguna dureza o secreción. Si se encuentra un nódulo, se
analizan sus características de acuerdo a lo siguiente:
- Localización: de acuerdo a las manecillas del reloj.
- Forma: esférica, ovoide e irregular
- Tamaño: en cm.
- Consistencia: dura, renitente y blanda.
- Superficie: lisa, abollonada e irregular.
- Movilidad: móvil, fija.
- Hoyuelo y piel de naranja: no, si, espontáneo o provocado
- Retracción de la piel de la mama o del pezón
- Adenopatías
- Única o múltiple
- Sensibilidad
Hay
que buscar signos provocados si no estaban presentes en la inspección o bien remarcarlos si eran dudosos. Para
investigar la presencia de derrame por el pezón se efectúa presión en la zona
areolar y paraareolar siguiendo el sentido de la agujas del reloj.
El
examen de las mamas es incompleto si no se palpan las axilas y las regiones
supraclaviculares, la axila debe examinarse con el brazo completamente
relajado, luego se desplaza la mano contra la pared del tórax, de abajo hacia
arriba, enseguida se examinan las regiones supraclaviculares, el ángulo interno
de la región supraclavicular es el sitio más frecuente de metástasis en cáncer
de la mama.
Pasos para el
examen
1.
Con buena iluminación y frente a un espejo coloque sus manos detrás de la
cabeza y eleve los codos. Observe ambos senos, su forma, tamaño, si hay masas
(bulto) o depresiones (hundimientos), cambios en la textura y coloración de la
piel y posición del pezón.
2.
Para examinar su mama derecha, coloque su mano derecha detrás de la cabeza
elevando el codo. Como lo indica la imagen siguiente
3.
Con su mano izquierda, con la yema de los dedos, presione suavemente con
movimientos circulares.
4.
Continúe dando vuelta a la mama como las
agujas del reloj. Palpe toda la superficie en
completando toda la mama, determine la presencia de masas o dolor.
5.
Examine el pezón, siempre igual posición con su dedo pulgar e índice,
presiónelo suavemente, observe si hay salida de secreción o sangrado.
6.
Ahora examine su mama izquierda, siguiendo los pasos anteriores. Examine la
axila con la yema de los dedos y movimientos circulares tratando de determinar
la presencia de masas.
7.
Para examinar su mama izquierda, coloque su mano izquierda detrás de la cabeza
elevando el codo, siga los pasos anteriores.
8.
Acuéstese y coloque una almohada o un trapo grueso doblado, bajo su hombro
derecho.
Para
examinar su mama derecha, coloque su mano derecha detrás de la cabeza elevando
el codo.
9.
Con la mano izquierda, con la yema de los dedos, presione suavemente con
movimientos circulares.
10.
Continúe dando la vuelta a la mama. Palpe toda la superficie en busca de una
masa o zona hundida.
11.
Para examinar su mama izquierda, coloque su mano izquierda detrás de la cabeza
elevando el codo, siga los pasos anteriores.
Exámenes
complementarios o medios diagnósticos
El
pronóstico del cáncer de mama está directamente relacionado a la extensión de
la enfermedad al momento de la primera consulta. Es por eso que el diagnóstico
precoz más un adecuado tratamiento ofrecen a las pacientes un mejor pronóstico
de vida. Es por ello que en este momento es necesario establecer con el mayor
margen de certeza la verdadera extensión de la enfermedad. Luego del Examen
Clínico, que es de suma importancia y es el punto de partida para el
diagnóstico del cáncer de mama, existen muchos métodos auxiliares en el área de
Imágenes, que son de gran valor en el curso del estudio de esta enfermedad.
Analizaremos los más importantes y utilizados en la actualidad y estos son:
-
La Mamografía: la mamografía moderna
puede detectar lesiones muy pequeñas de más o menos 5 mm, lesiones que son
imposibles de palpar, así como las microcalcificaciones (menores de 1 mm) que
son un elemento primordial en la detección precoz del cáncer de la mama, ya que
el 71% de los llamados “Cáncer de Mama Mínimo” son diagnosticados por su
presencia aislada. Sin embargo, incluso con una mamografía de elevada calidad,
alrededor de 5 a 10% de los cánceres no son diagnosticados por esta técnica.
Una de las causas más frecuentes para este hecho son las mamas radiológicamente
densas, que están compuestas casi fundamentalmente por tejido fibroglandular denso
(frecuente en los grupos etáreos jóvenes), por este motivo no se debe solicitar
mamografía a una paciente menor de 35 ó 40 años, esto de acuerdo al criterio
del especialista, porque las lesiones malignas pueden ser muy difíciles de
distinguir del tejido normal envolvente que no ofrece el contraste suficiente
para hacerlas visibles (sería como buscar una bola blanca de billar en un campo
de nieve). Los criterios mamográficos más importantes de sospecha de cáncer
mamario son:
1.-
Una tumoración dominante o asimétrica.
2.-
Microcalcificaciones típicas.
3.-
Un patrón estelar de tejido más denso.
4.-
Bandas de tejido más denso hacia la periferia.
5.-
Retracción cutánea o del pezón.
6.-
Engrosamiento de la piel.
- La Ecografía: este importante método auxiliar ha
venido a ocupar un lugar cada vez más importante como un medio para
complementar el diagnóstico de una patología mamaria, su capacidad de
esclarecer dudas en el transcurso de diagnostico clínico-mamográfico, ha sido
progresivamente reconocida. Después de la mamografía es el método iconográfico
más importante de que se dispone para valorar tumores mamarios malignos, ayuda
muchas veces a establecer si una asimetría de densidad en la mamografía tiene
un substrato patológico o sólo es simplemente una variación de lo normal.
El
uso de la ecografía no se limita por lo tanto a la diferenciación entre la
naturaleza sólida o quística de un nódulo diagnosticado en la mamografía, su
habilidad va más allá, pues consigue caracterizar una formación quística y un
nódulo sólido en probablemente benigno o sospechoso de malignidad. Las
microcalcificaciones son una importante limitación de la ecografía, puesto que
al no ser capaz de detectarlas, no podrá ser utilizada por rutina en el
diagnóstico precoz del cáncer de mama. Cuando existe concordancia entre el
examen clínico y los hallazgos mamo y ecográficos, la certeza de la impresión diagnóstica
es mucho mayor, llegando muy cerca al 100%. En algunos casos particulares la
ecografía deberá ser considerada como un método de primera línea, complementado
o no por la mamografía, así tenemos estas tres indicaciones en las que la
ecografía es la opción primaria:
1.-
Mujeres jóvenes, menores de 30-35 años.
2.-
Mujeres grávidas o en período de lactancia.
3.-
Seguimiento de la mastopatía fibroquística.
- La Resonancia
Magnética: Este
método, que es lo más reciente en el diagnóstico por imágenes, se desarrolló
con la esperanza de que fuera específico para tumores malignos, pero se han
encontrado ciertas limitaciones técnicas, además de su alto costo. Tiene
indicaciones muy restringidas, que deben ponderarse caso a caso, en situaciones
en
que los otros métodos son menos sensibles:
1.
Sospecha de recidiva tumoral 6 meses después de una intervención quirúrgica, o
un año después de radioterapia.
2.
Seguimiento de prótesis mamarias (mayor capacidad de detección de roturas extra
y sobre todo intraprotésicas).
3.
Examen de 3ª línea en algunas situaciones clínicas dudosas en que haya
discordancia entre los restantes medios diagnósticos (incluido el estudio
Anatomopatológico).
- Técnicas de
Biopsia: es la
obtención de células o trozos de tejido para el estudio Citológico o
Histológico de una tumoración mamaria sospechosa de cáncer.
Las
técnicas de Biopsia de mama han tenido un incremento cualitativo en los últimos
años. Básicamente se utilizan:
La
Biopsia Aspirativa con Aguja Fina (BAAF): Es un método sencillo y rápido que puede ser
realizado en el consultorio, es una técnica de fácil ejecución, relativamente
indolora, necesita poco material, tiene pocas complicaciones y es de respuesta
rápida por parte de anatomía patológica. Su resultado debe ser siempre
analizado en base a la triple evaluación que caracteriza el estudio de los
nódulos mamarios: mamarios: Clínico, Imagenológico y Biopsia. La mayoría de las
veces no necesita de anestesia local; consiste en la utilización de una jeringa
de 20 cc y una aguja que puede variar entre 19-21 G.
Después
de la desinfección de la piel, el nódulo a ser biopsiado se fija entre dos
dedos, luego se introduce la aguja hasta el nivel de la tumoración; antes de
penetrarla, se hace presión negativa en la jeringa, entonces con movimientos de
vaivén así como de rotación, se obtiene material para el análisis. Se retira la
aguja y el material obtenido se extiende sobre una lámina portaobjetos y se
cubre con un fijador para ser enviado al Citólogo.
Principalmente
es utilizado para biopsiar aquellas lesiones sospechosas de cáncer en las que
el informe sólo será de positivo o negativo a células neoplásicas, no da el
tipo histológico. No es conveniente realizarla en lesiones claramente
compatibles con Fibroadenoma, ya que por la consistencia de este tipo de tumor,
es muy difícil obtener material suficiente para el estudio, es útil en la
punción de quistes mamarios, aunque la técnica en este caso es algo diferente.
Debe utilizarse con cuidado en pacientes con tumoraciones profundas y aquéllas
con trastornos de la coagulación.
La
Biopsia de Trucut:
Éste es un tipo de Biopsia en el que, al contrario de la BAAF, vamos a obtener
material para el estudio Histológico y no solamente citológico.
Después
de la desinfección de la piel, se coloca anestesia local y se hace una pequeña
incisión a través de la cual se posiciona una aguja Tru-cut, adaptada a su
respectiva “pistola”. El nódulo a biopsiar se fija entre dos dedos y al
disparar la pistola la aguja hará un avance de cerca de 1,5 cm., trayendo
consigo un cilindro del mismo tamaño de tejido, el cual es introducido en un
frasco con formol y es enviado para análisis.
Este
método se usa siempre que se desee una caracterización histológica o
eventualmente para una reevaluación de una BAAF no concluyente. Tiene
contraindicaciones y complicaciones muy semejantes a la anterior, pero siempre
considerando las diferencias en el calibre de las agujas.
La
Biopsia Excisional:
es una técnica de más complicada ejecución por implicar un manejo quirúrgico,
requiere de una sala de operaciones y eventualmente de anestesia general,
aunque en la gran mayoría sólo se emplea el bloqueo local.
Actualmente
sus indicaciones son algo restringidas dados los factores arriba mencionados,
utilizándose básicamente cuando la BAAF o la Tru-cut no dan resultados
concordantes con la clínica.
La Biopsia Incisional: Es una técnica prácticamente
abandonada, en la que se retira sólo una cuña de tejido. Tiene como
complicaciones principales la formación de hematomas, infección de herida
operatoria y eventualmente invasión de la piel por el tumor maligno. Se utiliza
como último recurso, en grandes masas en las que la BAAF o la “Tru-cut” fallan
en el establecimiento de un diagnóstico correcto para poder iniciar la
terapéutica respectiva.
La
Biopsia Congelación:
Es una técnica que corresponde prácticamente a una biopsia excisional realizada
bajo anestesia general, con un examen anatomopatológico inmediato y que de
acuerdo a esta respuesta irá a condicionar la continuación de la intervención
quirúrgica (Mastectomía, Ampliación de los márgenes de resección en
Tumorectomía, etc.).
Básicamente
su empleo debería estar limitado a la definición intraoperatoria de los
márgenes de resección cuando se realiza cirugía de conservación en los tumores
malignos sujetos a Tumorectomía.
Lesiones de las
mamas
Cáncer de mama: El cáncer de mama es una
proliferación maligna de las células epiteliales que revisten los conductos o
lobulillos de la mama. El cáncer de mama humano es una enfermedad clonal; una
célula individual transformada (el
producto de una serie de mutaciones somáticas [adquiridas] o de línea germinal)
acaba por alcanzar la capacidad
para expresar su potencial maligno completo.
El
cáncer de mama es una enfermedad hormonodependiente. Las mujeres sin ovarios
funcionantes que nunca reciben tratamiento restitutivo de estrógeno no padecen
cáncer de mama. La proporción mujeres: varones en esta enfermedad es cercana a
150 a uno.
Las
tres fechas de la vida de la mujer que ejercen un impacto importante sobre la
incidencia del cáncer de mama son:
·
Edad
de la menarca: Las mujeres que presentan la menarca a los 16 años de edad
tienen sólo 50 a 60% del riesgo de sufrir cáncer de mama a lo largo de la vida
con respecto a las mujeres cuya menarca aparece a los 12 años de edad; el
riesgo menor persiste toda la vida.
·
Edad
del primer embarazo a término: Las mujeres que tienen el primer embarazo a
término a los 18 años de edad presentan un riesgo de cáncer de mama de 30 a 40% respecto al de las nulíparas
.
·
Edad
de la menopausia: la menopausia 10 años antes de su mediana de edad (52 años),
sea de forma natural o inducida quirúrgicamente, disminuye cerca de 35% el
riesgo de cáncer de mama a lo largo de la vida.
Estos
tres factores pueden ser responsables de 70 a 80% de la variabilidad de la
frecuencia del cáncer de mama que se observa en países diferentes.
Aunque
el cáncer de mama es infrecuente en el varón, las lesiones unilaterales deben
ser estudiadas de la misma manera que en las mujeres, teniendo en cuenta que la
ginecomastia en el varón puede iniciarse en ocasiones como una lesión
unilateral y que suele ser asimétrica.
Se
debe enseñar a todas las mujeres a realizar la autoexploración de las mamas
(breast self-examination, BSE). El Autoexamen de las Mamas es el método más
sencillo, económico y eficaz, para un país como el nuestro, en lo que respecta
a un método masivo de despistaje de las enfermedades de la mama. Consiste en
indicar a la paciente que colocándose frente a un espejo observe tamaño y forma
de las mamas, luego que lleve los brazos hacia arriba para darse cuenta de las
anormalidades que pudieran presentarse con esta maniobra. En la posición de
decúbito dorsal, con una mano debajo de la cabeza y con la mano opuesta a la
mama por examinar, debe palparse suavemente cuadrante por cuadrante incluyendo
toda la mama, pezón y al final la axila. Cualquier anormalidad que ella
observara, deberá consultar con el especialista.
Identificar
pacientes con cáncer asintomático de mama no es tarea fácil, puesto que los
procedimientos diagnósticos son costosos, por eso es preciso seleccionar los
grupos de personas con un alto riesgo, para emplear con ellos los
procedimientos necesarios para un diagnóstico precoz.
Clasificación
Clínica
En
el campo médico en general y en Oncología particularmente, la primera prioridad
radica en comparar los resultados de los diferentes procedimientos que emplean
las instituciones especializadas en el tratamiento del Cáncer. Para que tal
comparación de resultados tenga validez científica cuando se utilizan distintos
métodos terapéuticos, existe la imperiosa necesidad de que la evaluación en
todos los pacientes se haga en un mismo momento o periodo del transcurso de la
enfermedad, es decir, cuando la progresión, extensión, etapa o estadío clínico
sea similar. No se puede considerar adecuada la comparación de un cáncer
localizado con otro diseminado.
El
conocimiento de una clasificación del cáncer de la mama no solamente es útil
porque refleja la probable historia natural de la enfermedad, sino que su
conocimiento sirve de base para su tratamiento racional, da una idea acerca del
pronóstico y permite la comparación de resultados de series diferentes.
La
clasificación de los tumores de la mama ha tenido muchas variaciones desde la
creación de la primera clasificación por la “Unión Internacional contra el
Cáncer” en 1958, fue aquí que se definieron las características locales del
tumor –T–, las características de los ganglios axiales y de la cadena mamaria
interna –N–, así como la ausencia o presencia de enfermedad a distancia,
metástasis, –M–.
La
clasificación TNM de la UICC (5ª edición), es la utilizada por nosotros por
ofrecer mejores alternativas para la elección del tratamiento, pero es
necesario aclarar que la clasificación propuesta por la AJC es asimismo
difundida y empleada en otros centros especializados.
T (Tumor) N
(Ganglios Linfáticos Regionales)
M (Metástasis)
T0
Tumor no palpable
N0 Ganglios Homolaterales no
palpables
M0 No existe evidencia de metástasis
a distancia
T1
Tumor de 2 cm o menos en su diámetro mayor.
T1a
no mayor de 0,5 cm.
T1b
mayor de 0,5 cm pero no más de 1 cm.
T1c
Mayor de 1cm pero no más de 2 cm.
N1 Ganglios axilares metastásicos
homolaterales móviles
M1 Metástasis a distancia presente
T2
Tumor de más de 2 cm pero no más de 5 cm en su diámetro mayor.
N2 Ganglios axilares metastásicos
homolaterales fijos entre sí o a otras estructuras
T3
Tumor de más de 5 cm en su diámetro mayor
N3 Metástasis a la cadena mamaria
interna homolateral
T4
Tumor de cualquier tamaño con extensión directa a la pared costal o a la piel
T4a
Con fijación a la pared costal
T4b
Con edema, infiltración o ulceración de la piel de la mama.
T4c
Ambos criterios de T4a y T4b.
T4d
Carcinoma Inflamatorio
Una
vez evaluada esta clasificación TNM, nos valemos de ella para considerar los 4
Estadíos Clínicos:
·
ESTADIO
I:
·
ESTADIO
II.
·
ESTADIO
III:
·
ESTADIO
IV:
T1
N0 M0
T0 N1 M0
T1 N1 M0
T2 N0 M0
T2 N1 M0
T3 N0 M0
Cualquier T3 con cualquier N M0
Cualquier
T4 con cualquier N M0
Cualquier T con cualquier N M1
De
una manera simple podemos resumir que los dos primeros estadíos corresponden a
situaciones operables de inicio y los dos últimos corresponden a situaciones
inoperables, que deben ser sometidos a quimioterapia previa y una nueva
evaluación o estadiaje, para una reconsideración de las armas terapéuticas.
Como fácilmente se desprenderá, el pronóstico empeora a medida que los estadíos
aumentan. Así en las estadísticas generales vemos que el pronóstico de
sobrevida a los 5 años para el Estadío I es de 86%, para el Estadío II es de
58%, para el Estadío III de 46%, y para el Estadío IV disminuye a 12%. De aquí
se desprende la gran importancia que tiene el despistaje y diagnóstico precoz
de
esta enfermedad, antes de que los tumores sean palpables. Condición ésta indispensable para obtener los mejores
resultados no sólo cosméticos, con una sobrevida larga y libre de enfermedad.
Quistes mamarios: Son pequeños sacos llenos de
fluido seroso, los que son grandes pueden ser palpados fácilmente como un
nódulo o quiste dentro de la glándula mamaria.
Aparecen
antes de la menopausia en la época de desequilibrio hormonal, o después de
ella, entre los 35 y 50 años de edad, es raro en la gente más joven y muy raro
en ancianas, su aparición puede ser brusca.
Al
examen se palpa como un nódulo móvil, redondeado, de superficie lisa, blando y
renitente, no adherido a tejidos vecinos, puede ser único o encontrarse varios
quistes en una o en ambas mamas y aparecer periódicamente. Pueden ser dolorosos
especialmente en los días premenstruales.
El
diagnóstico se hace por punción y aspiración con jeringa, extrayéndose un
líquido cristalino y colapsándose completamente el quiste; si desaparece
después de la aspiración, ningún tratamiento más es necesario, pero si la
aspiración se frustra o si el fluido es sanguinolento, o el nódulo no
desaparece completamente, una biopsia quirúrgica está indicada. Los quistes que
recidivan con frecuencia deben ser extirpados, la mamografía y el ultrasonido
también pueden contribuir al diagnóstico en los casos dudosos.
Los
galactoceles son una variante: se trata de quistes de leche en mamas lactantes
que cesan su actividad.
Enfermedad de Paget: Es un cáncer de mama poco
frecuente (1-3% de todos los cánceres de mama) pero maligno. Se manifiesta como
una lesión del pezón y de la areola, pruriginosa, con erosiones eccematosas,
por la presencia de células tumorales en la epidermis del pezón. En el 99% de
los casos coexiste con un carcinoma de mama, que puede ser intraductal con mayor
frecuencia, o infiltrante.
Si
no existe tumoración asociada se clasifica como carcinoma in situ (Tis); si la
hay se clasifica de acuerdo al tamaño tumoral.
Fibroadenoma: Se trata de un tumor benigno.
Supone la 3ª patología más frecuente de la mama, tras la mastopatía
fibroquística y el cáncer de mama. Su mayor incidencia se presenta entre los 15
y los 35 años, y son bilaterales en un 20% de los casos.
A la palpación: nódulo no mayor de 2 cm, aunque
algunos pueden ser más grandes, es sólido, no doloroso, móvil, no está adherido
a planos profundos ni produce retracción de la piel.
Microscópicamente
es un tumor bien encapsulado, blanquecino, brillante y homogéneo. Es fácilmente
visualizado en las mamografías; la biopsia es obligatoria, sólo el examen
histológico descartará el cáncer.
Existen
2 tipos de fibroadenoma: y el intracanalicular
Fibroadenoma
pericanalicular: se caracteriza por la proliferación concéntrica del
tejido fibroso denso alrededor de los conductos hiperplásicos.
Fibroadenoma
intracanalicular: se caracteriza por la proliferación de tejido conectivo
fibroso menos denso dentro de la luz de los conductos, y que al crecer toma un
aspecto polipoide o foliáceo que reduce la luz del conducto, mostrando
generalmente una degeneración mucoide o mixomatosa en el componente conjuntivo,
lo que lo hace presentarse de menor consistencia como un “Fibroadenoma blando”.
El componente epitelial de los conductos es mínimo y se aplana por el
crecimiento del tejido conectivo.
Clínicamente
es difícil distinguir el tipo de tumor.
El
tratamiento de los fibroadenomas es quirúrgico (biopsia) y consiste en la
extirpación completa de la lesión tumoral bajo anestesia local, y la pieza extirpada
debe ser sometida a estudio anatomopatológico para descartar un cáncer; la
incisión más adecuada y estética es una incisión curva al nivel del borde de la
areola y una incisión submamaria curva en fibroadenoma de gran tamaño.
Papiloma
intraductal: Es una lesión solitaria o múltiple del sistema ductal de la mama
cerca del pezón, tomando generalmente los conductos subareolares más grandes.
Afecta
a las mujeres entre los 45 y 50 años; son tumores muy pequeños, o tienen un
tamaño que lo hace palpable de 3 a 5 mm, de consistencia blanda y localización
subareolar; y lo más característico de los mismos es que eliminan una secreción
sanguino-lenta por el pezón en un 50%, que es lo que primordialmente lleva a la
paciente a la consulta médica.
El
diagnóstico diferencial con cáncer de mama es imperativo teniendo en cuenta que
el 50% de nódulos centrales de la mama corresponden a cáncer. Para esto, se
palpe o no un nódulo, debe realizarse una biopsia, preservando el pezón y
extirpándose todos los ductos galactóforos porque los papilomas pueden ser
múltiples.
Traumatismos:
las mamas, por ser un órgano de
ubicación externa, están muy expuestas a los traumatismos.
Las
contusiones, aun las de magnitud moderada, provocan dolor. Este puede ser
intenso y comprende toda la mama. A las pocas horas aparece edema y alas 48
horas aparece equimosis extensa que se extiende por gravedad.
La
palpación es dificultosa debido al dolor espontáneo, aunque se puede reconocer
un aumento global en la tensión de la mama. A medida que transcurre el tiempo,
el tratamiento con hielo, analgésicos y antiinflamatorios disminuye el dolor,
edema y la tensión de la mama; la mancha equimotica se desplaza mas.
En
ocasiones a los pocos días del traumatismo puede aparecer un hematoma con
características propias: tumor doloroso de consistencia poco dura y asta
fluctuante en ocasiones, poco móvil, que la ecografía mostrara en detalle con
su contenido líquido.
Una
de las consecuencias tardías de los traumatismos es la necrosis grasa.
Necrosis grasa: es un proceso reactivo tisular
que acompaña a la mayoría de los traumatismos, aun también al quirúrgico.
El
hematoma que se forma después del traumatismo ocasiona la isquemia del tejido
adiposo por compresión vascular, la cual lleva al la lisis y a la producción de
granuloma lipofágico, que con el tiempo puede hialinisarse o calcificarse.
Todo
esto suele pasar inadvertido desde el punto de vista clínico y ser solo un
hallazgo mamográfico.
Si
la magnitud del proceso es grande y toma un a considerable cantidad de tejido,
se palpa un tumor duro, de superficie irregular, de bordes netos, indoloro,
móvil con la glándula, que asta puede dar fenómenos de malignidad como retracción cuando ocupa la zona retroareolar.
Solo
deben operarse las lesiones clínicas que pueden simular u ocultar un
cáncer.
Mastitis aguda: Es un proceso inflamatorio de
la mama que es visto con más frecuencia en mujeres que están lactando. La
infección o absceso se localiza en un área limitada o en un cuadrante de la
mama y aparece con todos los signos de flogosis: dolor localizado, eritema o
rubor de la piel y se palpa una tumefacción indurada, con aumento local de la
temperatura; si la infección sigue progresando, en el centro del área inflamada
se percibe con el pulpejo de los dedos cierta fluctuación en la consistencia
del tejido mamario que nos indica la presencia de una colección fluida
purulenta o absceso.
La
mastitis es causada usualmente por bacterias, generalmente estafilococos, que invaden
la mama a través del pezón que se puede lesionar con una fisura, mientras la
madre está lactando durante las cuatro semanas de puerperio.
En
un primer estadío la mastitis puede ser curada con antibióticos y
antiinflamatorios pudiendo continuarse con la lactancia. Si la enfermedad
progresa hasta formarse una masa inflamatoria la lactancia debe suspenderse y
el absceso debe ser drenado.
El
tratamiento quirúrgico de la mastitis abscedada consiste en una incisión
transversa y semicircular en la zona de mayor fluctuación, drenaje de la
colección purulenta, desbridamiento de tractos fibrosos de las celdas del
absceso con el dedo, extracción de tejido esfacelado y necrosado, lavado con
solución acuosa o antiséptica y colocación de drenaje laminar. Las curaciones
serán diarias.
Mastopatía
fibroquística (MFQ) o displasia mamaria: Se trata de una enfermedad benigna y crónica,
caracterizada por una alteración en la proliferación del estroma y del
parénquima mamario, desarrollando tumores o quistes palpables. Es la enfermedad
más frecuente de la mama en la mujer premenopáusica, y es muy rara después de
la menopausia. Se desconoce la causa. Se ha propuesto la influencia de un
desequilibrio hormonal, con hiperestrogenismo, aunque no es constante.
El
síntoma más frecuente es el dolor mamario, que suele ser premenstrual y mejora
con la regla (mastodinia). El dolor es bilateral. Pueden aparecer otros
síntomas como induración mamaria o nódulos palpables. El embarazo y la
lactancia producen en la mama mastopática un estado de reposo.
Ginecomastia: Es el aumento excesivo del
volumen de la mama en el hombre sin semejanza histológica ni funcional con la
mama de la mujer, generalmente es unilateral. Cuando la causa es una alteración
endocrina es bilateral y puede tratarse de una insuficiencia testicular de
tumores feminizantes de la corteza suprarrenal, administración de estrógenos
(Cáncer de próstata), insuficiencia hepática y otros.
Clínicamente
la ginecomastia es propia de la pubertad y es transitoria; cuando aparece en hombres
de 20 a 30 años ya no involucionan espontáneamente. Al examen se palpa como un
nódulo subareolar, duro sin límites precisos, debiendo diferenciarse de la
lipomastía, que es un aumento de grasa en la región mamaria.
La
ginecomastia primaria de la adolescencia puede involucionar espontáneamente, no
responde a ningún tratamiento médico y generalmente es preocupante
estéticamente para el joven que lo padece. El tratamiento es quirúrgico, bajo
anestesia local se realiza una incisión en el borde inferior de la aureola en
semicircunferencia, se levanta el colgajo de piel de la areola, se diseca el
nódulo, aislándolo del tejido adiposo circundante y se extirpa la tumoración
completamente. Hay que cuidar de no adelgazar la piel de la areola para evitar
la necrosis. La cicatriz es estética y casi invisible.
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